Tuesday, November 20, 2012

Londres, el lugar donde podés ser quien quieras ser

Inspiración y adaptación de artículo en TimeOut London

Martes por la tarde, sentado leyendo mi libro, levanto la vista y la veo, sentada a dos o tres mesas de distancia. Me mira y desvió mi vista automáticamente a otro lado. De reojo vuelvo a mirarla y allí está, su vista clavada en mí. No la conozco, de eso estoy seguro, pero su mirada es cada vez más penetrante, más intrigante.

Lleva puesto un vestido de gala azul con un pronunciado tajo del lado de su pierna izquierda. Es un poco extraño pensar en alguien un Martes a las 5:15hr vestida de esa manera, pero esto es Londres y cada uno es como es en Londres.

Mientras degusta una copa de Sauvignon Blanc su vestido me llama la atención, más que por el pronunciado tajo por su apariencia de Audrey Hepburn en “Breakfast in Tiffany’s”. Solo eran pasadas las cinco de la tarde pero ya en esta época del año Londres se envuelve en oscuridad y la combinación de su vestido aterciopelado sumado a la inmensa lámpara a su espalda, generan un aura poco común.

La tenue luz del bar en la tarde otoñal de Wandsworth, al sur oeste de la ciudad, disimula sus facciones, pero en una fracción de segundo mientras ella bebe de su copa, distingo su pronunciada y masculina quijada, sus ojos con cejas pronunciadas clavan su mirada nuevamente en mí sugiriéndome que estoy viendo a un hombre vestido de mujer, o a una mujer con fuertes facciones masculinas.

Desvío mi mirada a la ventana, hacia el infinito pero aun así, puedo sentir que me observa, que no puedo escapar a su presencia. Londres, como pocas ciudades en el mundo, uno puede ser quien realmente quiere ser y esa libertad se manifiesta desde el primer momento; pero aun para los estándares de la ciudad, lo que estaba ocurriendo superaba ampliamente cualquier experiencia anteriormente vivida.

Me levanté de la mesa camino al baño tratando de evitar nuevos encuentros visuales y de ocultarme. Como es común, las puertas del baño de hombres están justamente al lado del baño de mujeres. Me detuve un minuto frente a ambas puertas. De reojo vi que la mujer se había parado y también se dirigía hacia el baño. Sentí por un instante entrar al baño de mujeres pensado que ella o el vestido de ella, entraría en el de hombres aunque también existía la posibilidad que ella fuera realmente ella con apariencia de él.

Tomé la decisión y entré en el baño de hombres … segundos después la puerta del baño se abrió.

¿En qué ciudad te sentiste libre de ser quien realmente sos? 
¿Qué es lo más raro que viste en esa ciudad?

Dedicado a quienes mas de una vez se han sentido libres de ser quienes son en Londres.

Friday, November 09, 2012