Tucumano esta Feliz !

Dedicado a mi esposa Lore que durante muchos años 

ha bancado esta hermosa pasión que siento por 

el futbol y por Boca Juniors … gracias !

“To believe in something and not to live it, is dishonest.”   

Mahatma Gandhi

Me desperté por la mañana pensando lo que había vivido la tarde anterior. Aun acostado en la cama, repasando momentos de la caminata, parte de las conversaciones, las risas, los momentos.

Sábado por la mañana, dentro de unas horas me encontraría con mi amigo Leo en las puertas del Emirates Stadium para ver el primer partido de Boca durante el fin de semana contra Arsenal. Ticket para entrar, cámara de fotos y camiseta de Boca en la mochila, tres cosas fundamentales que no podían faltar, el resto … el resto no importaba realmente !

El Emirates Stadium es uno de los estadios más nuevos en Inglaterra, inaugurado en Julio del 2006, alberga aprox 60.000 personas sentadas y es una belleza por donde se lo mire. Un estadio que te impacta tanto por dentro, como por fuera. Nos sentamos en nuestros asientos, segunda fila prácticamente al lado de los bancos de suplentes pocos minutos antes que comenzara el primer partido entre Paris Saint-Germain y New York Red Bull – equipo en el que juega Thierry  Henry. Los 90 minutos del primer partido fueron largos, para no decir eternos; pero cuando terminó, todo el equipo de Boca salió a hacer sus trabajos de pre-calentamiento a la cancha, seguido por Arsenal, el equipo local. 

Mientras calentaban, logré escabullirme entre la zona VIP quedando muy cerca de los jugadores y del cuerpo técnico con quienes había pasado la tarde anterior. El profe Gustavo Otero me vio e intercambiamos algunas palabras y luego, a sentarse porque pronto empezaría el partido.

Mientras escribo este post, re-leo lo que escribo y me doy cuenta cuanto cuesta explicar en pocas palabras lo que se siente, lo que uno vive pudiendo tener al equipo de sus amores tan cerca de uno pero a la vez tan lejos de casa. Es verdaderamente una sensación muy difícil de explicar.

Entrevista para TyC Sports

El partido terminó 2-2 y tanto el resultado como el desarrollo del mismo son anecdóticos, solo un par de números más para las estadísticas del club y del cuerpo técnico. Lo que sentimos cada uno de los hinchas de Boca que vimos el partido es lo que cuenta; la 12 que estaba allí, como siempre con sus bombos y paraguas dándole ritmo y color al evento; ... Fernando y Román, dos chicos de Buenos Aires que conocí y que habían ganado su viaje a Londres gracias a la tarjeta de crédito del club; ... Mikael, un sueco de mamá sueca y papá argentino que se hacía llamar “Sueco Bostero”; ... mi compañero de trabajo Kuldeep, hindú que a fuerza de charlas conmigo termino haciéndose hincha de Boca; ... el Dr Leo, amigo colombiano que también llevamos por el mal camino y un sinfín de personas más mezcladas en la multitud del estadio repleto de gente.

Al día siguiente, el domingo, Boca jugó su segundo partido, esta vez contra Paris Saint-Germain y si bien el resultado no fué de lo más favorable (PSG 3 – CABJ 0); lo mejor de esa tarde fué poder estar sentado en primera fila y esta vez justo al lado del banco de suplentes, a tan solo un metro y medio de ellos … increíble !!!

Intercambié palabras con el flaco Schiavi, con Dario Cvitanich, con Lucas Viatri, con Clemente Rodriguez y nuevamente con varios integrantes del cuerpo técnico. Los tenía tan cerca, a solo un metro y medio … 

El domingo terminó y uno se queda con ese sabor amargo que después de tanta espera, todo había terminado; pero la vida tiene sorpresas y una de ellas estaba a punto de venir. Ese domingo a la noche – y aunque parezca increíble de creer – hablé por teléfono con Julio Cesar Falcioni quién me invito personalmente a que pasara por el hotel a la mañana siguiente para presenciar el entrenamiento, sacarme algunas fotos con los jugadores y despedirme de ellos. Una vez más, no lo podía creer; aun hoy me cuesta creer que todo eso realmente pasó.

Kenzo Fukuda

Coordiné todo con el profe Otero y a la mañana siguiente estaba en el hotel The Grove, a las afueras de Londres para presenciar el entrenamiento. Cuando llegué, me salude con Falcioni, Javier Sanguinetti, el profe Alejandro Vassallo, el profe Otero y los jugadores estaban en el centro de la cancha haciendo trabajos regenerativos.  

Minutos después se presento Jorge Amor Ameal, presidente del club y el profe Alejandro nos presentó, charlamos unos minutos y hasta tuvimos posibilidad de una foto. Mientras esperaba que terminara el entrenamiento, una pareja de chicos japoneses se sentaron a mi lado. Comenzamos a charlar y Kenzo Fukuda me conto su pasión y amor por Boca desde el 2000 en que el equipo de Bianchi había jugado la intercontinental con Real Madrid. Me contó cómo había seguido a Boca por todos lados y había viajado especialmente desde Japón para ver este partido en Londres. También me re-encontre con Mikael, el sueco bostero que había conocido el día anterior en el estadio. 

Cuando terminó el entrenamiento, el profe Alejandro llamó a todo el plantel de jugadores y les dijo: “vengan, vengan un minuto, les presento a Pablo, un amigo del club que el viernes nos mostró la ciudad de Londres” … y ahí estaban ellos, los jugadores, ya sin alambrado de por medio, sin seguridad que nos separe … apretón de mano con Schiavi, con Viatri, con Pochi Chavez, con Insaurralde, con Orion, con Clemente Rodriguez y claro, con el mas grande … con Román ! 

“Vamos a ponernos para la foto” dijo el profe y en menos de un minuto estaba rodeado por ellos, por cada uno de los que uno ve por televisión todos los días, por los inalcanzables.

Tucumano con todo el plantel de Boca Juniors ... una foto para toda la vida !!!

La anécdota de la foto es que Lucas Viatri se paró detrás mío y mientras hacían bromas y molestaban, Pochi Chavez metía la mano en el bolsillo de mi saco como si intentara robar algo que no había … en ese mismo momento el profe disparo la cámara y la foto quedo inmortalizada, cándida, espontanea, simple … el Tucumano con todo el plantel de Boca Juniors.

Unos minutos más de charla con alguno de los jugadores y la posibilidad de las fotos, esas fotos que quedan para la historia, las que un día mostrarás a tus hijos y nietos, esas que nunca vas a perder u olvidar. 

Nos despedimos, saludé al resto del cuerpo técnico y pronto me encontraba nuevamente en el tren camino al centro de Londres, al trabajo, a la vida de todos los días. Habían pasado cuatro días que de una manera u otra, me marcarían y harían que nos los olvidara nunca.

Saqué mi celular del bolsillo mientras observaba la foto con Román, busqué a mi hermano Lucas entre mis contactos y le mandé la foto con el texto corto y simple que decía:   

“Misión cumplida, el Tucumano está feliz !!!”

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